El enoturismo, turismo relacionado con el mundo del vino, está teniendo cada vez más importancia.
Una escapada al Penedés comarca estrechamente ligada a la cultura del vino, puede comenzar con una visita a una bodega de la comarca, donde elaboren vino o cava.
Yo recomiendo visitar alguna bodega pequeña, encontraremos varias, muchas de origen familiar, donde podremos conocer más tranquilamente y pausadamente, el proceso de elaboración de los vinos o cavas de que se trate.
En Vilafranca, la capital de la comarca, podemos complementar las explicaciones de la bodega con una visita a Vinseum, un espacio / museo dedicado a las culturas del vino en Cataluña, con una excelente exposición y museización, en un espacio histórico, el antiguo palacio real y donde acabaremos con una pequeña degustación.
Para comer hay varios restaurantes, pero lo haremos en uno muy curioso, un espacio con un techo con antiguas cerchas de madera, que está en la primera planta del mercado de la carne, y tiene una buena cocina, con productos de proximidad a un precio razonable.
Por la tarde, la ciudad nos ofrece un centro histórico con varios edificios medievales, y también muchos de modernistas, que integran una ruta que se puede seguir.
Entre los primeros, vale la pena hacer una visita a la Basílica de Santa María, el primer gran edificio del gótico catalán, iniciado el siglo XIII y con una fachada renacentista terminada el siglo XVII, donde hay una cripta también muy interesante.
Un claustro muy especial, en el antiguo convento hospital de San Francisco, con unos capiteles a ambos lados de los pasillos del claustro, nos sorprenderá.
Para redondear la jornada, a tres kms. en la carretera a Santa Margarita, un interesante centro de arte, Palmadotze, donde se exhibe una colección de arte contemporáneo con obras de diferentes artistas locales y nacionales de las dos últimas generaciones.