Fundada en el siglo XII por monjes de la orden de la Cartuja provenientes de la Provenza. Fue el primer monasterio de esta orden que se estableció en la Península Ibérica.
Situada en la comarca del Priorato, en un lugar privilegiado en la falda de la sierra del Montsant, debe su nombre, según la tradición, a que un pastor de la zona, en un sueño vió unos Ángeles construyendo una escalera para subir al cielo.
Durante siete siglos tuvo gran esplendor, cultivando mucha extensión de terreno, poblando la zona, y difundiendo el cultivo de la vid. En el siglo XIX, el 1835, desapareció por la Desamortitzación, y sus instalaciones , monasterio, iglesia, estancia, hospedería y los tres claustros, quedaron abandonadas y se convirtieron en una ruina, fruto del paso del tiempo y del pillaje de los payeses del entorno, cansados de pagar diezmos y del vasallaje a la Cartuja.
Su Prior, actuaba como un señor feudal, impartiendo justicia y siendo «de facto» el mandatario de todos los pequeños pueblos de la región, lo que hoy conocemos como la comarca, a la que da el nombre, el Priorato.
Una comarca centrada en el mundo del vino, un cultivo con unas determinadas características, por los terrenos en pendiente, su clima seco y soleado, con unos suelos de un material pizarroso, la licorella, lo que confiere a los vinos que produce, su tipología especial, siendo muy apreciados y conocidos en todo el mundo.
De la Cartuja podemos visitar hoy, los restos de los claustros,de la iglesia, del refectorio y algunas pequeñas reconstrucciones, para podernos hacer la idea de la gran importancia que tuvo para este territorio, esta comarca, que és preciso conocer y a la que podemos dedicar una visita, para disfrutar de sus muchos atractivos històricos, turísticos y gastronómicos que tiene.