En la Garrotxa está ha la zona volcànica más grande de la península ibérica, con una cuarentena de volcanes que tuvieron su última actividad, hace más de 10.000 años.
El otoño es el mejor momento para visitar esta comarca, en donde las hayas del hayedo d’ en Jordà, nos seducirán con toda la gama de colores ocres y amarillos de sus hojas.
Dar una vuelta con un trenecito por cuatro volcanes cerca de Santa Pau, con una atención especial al volcan Croscat, puede ser un bon comienzo para nuestra jornada..
Visitar Santa Pau, pueblo medieval, que tuvo su esplendor en el siglo XIV, cuando el año 1297 por un privilegio real, llegó a tener mercado que fué el inicio de la actividad comercial y de su expansión.
Un núcleo amurallado con su castillo, la iglesia románica, la plaza porticada y sus callejuelas estrechas, con una de sus puertas, el Portal de mar desde donde, en los días despejados, se puede ver el mar en la bahía de Roses.
Hay diversos restaurantes para poder comer y degustar los» fesols», la legumbre típica del pueblo, junto con sus carnes y embutidos.
Por la tarde, podemos hacer un alto en el camino en otro, más que interesante pueblo medieval, Besalú.
Importante centro condal, en donde es recomendable haver una visita guiada para conocer la convivencia que durante los siglos XI al XV tuvieron las dos comunidades que la habitaban, la cristiana y la judía.
Esta última en la judería, una de las más importantes de Catalunya y de la encontramos los restos de la sinagoga y del micvé (los baños judíos), al lado del río.
Besalú un impresionante conjunto monumental, nos sorprenderfá. Las iglesias románicas de Sant Vicenç y Sant Pere, también antiguo monasterio, el hospital, la plaza y su característico y curioso puente de entrada la población.
Una escapada al mundo medieval !